viernes, 8 de enero de 2010

Volvemos a nuestro día a día, a nuestras rutinas. Cuando se acaba las fiestas es como si te quedara un vacío y tuvieras que volver a recuperar la normalidad. Y hace sol. Ya no llueve más y te permite sentarte al sol y darte cuenta que esta ciudad parece más bonita de lo que nunca te parecía. Y que puede que ya no te apetezca hacer irte tan pronto de ella.
Amigos, vuelves a verlos y a compartir risas, agobios, confidencias. Y te sientes como en casa, con el control y sabiendo qué tienes que hacer en cada momento.
Quizá sea porque ya hace buen tiempo aunque digan que tenemos una ola de frío polar. O puede que sea porque estoy segura que sobreviviremos a este terrible enero lleno de "galanes" y señoras gordas rehabilitadoras. O porque puede que dé pequeños pasitos o decida directamente darme la vuelta y empezar otra vez con el casting...Pero me gusta volver. Feliz regreso al mundo de las obligaciones.


3 comentarios:

Almendra Puck dijo...

Ese vacío lo rellenan los regalos de reyes! Por cierto, que eso de que te sientes con el control serás tú, porque yo sigo igual de perdida...

BudaDorado dijo...

y encima vuelve la lluvia

Anónimo dijo...

¿vas a volver a abrir el casting de los maromos?Uy, eso indica que tenmos que quedar de una vez para marujear.
D.