miércoles, 27 de noviembre de 2013

Recuento semanal:

Guardias en una semana: 3.
Horas de sueño calculadas: - 48h.
Neveras vacías:1
Tutoras que desconfían( con razón) de tu capacidad para entregar las cosas a tiempo: 1.
Vómitos de pacientes:  Varios pero, "por suerte" de una misma boca.
Cuellos doloridos por quedarse dormida en el sofá: 1
Idas de amor/odio y demás dramas: incontables


 Tengo que empezar a dejar de hacer listas. Y dejar de hacerme preguntas tontas sobre lo que puede o no puede pasar. Porque, queridos niños, han vuelto las dudas tontas y , con ellas, todos los dramas. Pero eso ya será otra entrada, que toca dormir para volver entrar de guardia.

Sed muy felices, mis niños.





domingo, 13 de octubre de 2013

Todo a la mierda como diría Fernán Gómez.


Y de repente te das cuenta que estás llorando por la calle de camino a casa. Y lloras como lo hacen los niños pequeños, con hipo y con toda la cara churretosa porque tuviste la genial idea de ponerte rimmel no waterproof (bah, soy una chica fuerte que controla sus emociones). Y entonces te cruzas con el niñato de turno que te señala y te dice que estás así porque te ha dejado el novio y te vuelves con una ira desconocida y se te escapa un maravilloso "Capullo" con todas las letras (qué bien sienta cuando te llenas la boca y te quedas como nueva). Y te pones a regañarle entre sollozos porque no sabe nada de ti, de tu vida. No sabe que llevas 27 horas sin dormir, que se te ha muerto un paciente y que el sentimiento de culpa va en la mochila de la guardia. No sabe que aunque eres oficialmente lo que tus padres llaman adulta("hija, ya te hemos dado todo lo que podíamos darte. Ahora te toca a ti empezar tu vida, tu vida de adulta" 22 palabras que se te quedaron marcadas cuando te independizarte), hoy te has vuelto a convertir en una tierna lactante que solo quiere meterse en su cama y que su madre le ponga su mano mágica en la frente y le diga que todo va a salir bien.

 Y sigues llorando y maldiciendo a ese momento de tu vida donde decidiste ser médico. Y maldices esta dichosa ciudad y todo lo que conlleva y te das cuenta que el niñato sigue enfrente, quieto, viéndote llorar y diciéndote que no es para tanto, que seguro que son cosas de mujeres (a punto de llevarse un guantazo, lo prometo, de no ser porque calibré sus aprox. 90 kilos frente a mis 52...). Y le miras con cara de odio y le dices que está tonto(pobre, se ha llevado lo mejor de mí en 5 minutos...). Que no te entiende pero que da igual, que pasas de él y que debería a aprender a no meterse en la vida de nadie y a dejar llorar a la gente. Y te vas peor aún porque te das cuenta de lo injusta que has sido con el chico y con el mundo futuro, que no puedes castigar y que hay que poner las cosas fáciles. Maldita malcriada que estás hecha, . Pero llegas a casa, deshidratada y con cara hinchada y  llamas a tu madre, que está despierta, se asusta y piensa que te han robado, perseguido o intentado agredir (sí, para mi familia soy el blanco más fácil y perfecto que existe para que me pasen estas cosas) y la ves tan angustiada que no le puedes decir que es porque tu trabajo conlleva que haya gente que no sobreviva y que ese pequeño detalle no lo tienes asumido todavía. Y claro, más lágrimas porque te sientes de lo más ridícula y tu madre, que ya está hablando con los geox y con toda tu familia, piensa que si estás así, con semejante sofocón, es por un novio cuya existencia desconoce.Y justo, en ese momento, pasas a reírte porque si ella supiera lo desastre que eres en temas amorosos, no diría nada. Y ya ha pasado todo.Porque tienes uno de esos pequeños momentos de lucidez que se dan cada siete u ocho años y te das cuenta que eres medio boba y que bajo el influjo hormonal no se puede pensar. Y que mañana será otro día. Otro día más amarillo donde puede que no lo hagas todo tan mal. O sí, pero que por hoy ya basta de latigazos en la espalda. 



miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Os acordáis cuando os dije que volvería pronto, muy pronto por aquí?Pues hicisteis bien en no creerme, que ya sabéis que la constancia y yo somos amienemigas.
Hace mucho tiempo que no sabéis nada de esta pobre desastre, pero a grosso modo , y para que no os perdáis nada, el resumen sería el siguiente: Chica se va a Madrid-trabaja mucho y envejece pronto-los candidatos principables siguen saliendo ranas-aparece una nueva sobrina, Valentina-y una de mis amigas del alma se casa...Eh, un momento, ¿he dicho algo de una boda?
¡¡¡¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiii!!!!!! (lease como grito agudo y prolongado), hay otro triunfo del amor, y por la puerta grande. Nuestra Almendra, ese ser cantarín con alma de bellota , se casa. ¡Y a la primera,  sin probar otras ranas verdes y chillonas!

Como imaginaréis, dos días después sigo llorando, más bajito para que no me vean, pero llorando de la emoción.
Así que ese es el motivo de mi vuelta, ahorrarme un diván y muchas anotaciones de un extraño y conseguir que mi cabeza deje de echar humo con ideas que no van a ninguna parte, pero que tienen que salir para que todo se centre en dos cosas : preparativos de boda y conspiraciones varias, que  esto de vivir sola es muy aburrido si no hay planes para salvar el mundo y convertirlo en un mundo charado.
Y es que no sabéis la presión que supone que una amiga se case.Para empezar hay que empezar a pensar en regalos únicos y megavaliosos para hacerle a los novios y que puedan presumir ante su futura descendencia , diciendo que eso tan original se lo hizo Fulanito de tal y que por ser tan valioso pasará  de una generación a otra (hala, otra vez expectativas altas,,,). Luego hay que ponerse a ejercer de buena amiga que evite que en su despedida acabe con un pene en la cabeza y con fotos que harían que Aramis Fuster recién despertada fuera Miss Mundo a su lado. Por no hablar de eso que llevo evitando desde hace años (más o menos desde que tengo amigos en edad de "sentar la cabeza" como diría mi madre): tener que ir a una boda sola mientras todos los invitados van en pareja y se dirigen a bailar con la música lenta mientras se miran a los ojos , mientras una se queda cual Bridget cerca del buffet de chuches (que desde aquí te obligo a que esté, Pily) y jugando con los niños para evitar que las señoras mayores te presenten a sus hijos/nietos/vecinos/cabras solteros.
Pero tranquilos, que mi papel en la boda ya está asignado: seré la  amiga que estará llorando desde la semana de antes y que llegará tan deshidratada a la boda, que no podrá cantar para alegría de la novia (y de los allí presentes), pero que se recuperará y acabará subida con la orquesta dándolo todo. Que ya sabéis que soy de verbena y fiestas de pueblo =)
Y mientras tanto, a vivir el desenlace de este cuento, que seguro que estará lleno de mil y un desastres.

Buenas noches, mis niños.




P.D: sí, ya lo sé, me estáis imaginando haciendo esto en el baño. Como se nota que nos conocemos, malditos...