Vale más ser indigno, que indigno parecer,y más cuando sin serlo, te acusan de haber sido,que no existe placer al verse así juzgado,no por nuestro sentir, sino por lo que ven.
¿Por qué deben los falsos ojos adulterados,criticar con sus puyas a mi sangre vivaz,o mis fragilidades, delicados espías,que a su antojo censuran lo que tengo de bueno?
Soy solamente aquello que soy, y quienes miden mis excesos reflejan, la cuenta de los suyos.Tal vez yo vaya recto, cuando ellos van torcidos,y con su torpe mente, no aprecien mis virtudes.
A menos que me afirmen que existe un mal común:Que los hombres son malos y triunfa su vileza.

Cabezota. Si ya lo decía mi madre : " a esta niña le pierde la cabezonería". Y lo peor es que no lo entiendo. Y no me gusta que me llamen así. Es verdad que me cuesta admitir que, algunas veces, no soy perfecta y tengo pequeños fallitos. Pero es que no me entienden. No entienden que cuando soy tajante es porque tengo razón. Y porque muchas veces si hicieran las cosas como digo no tendrían que lamentarse porque salgan mal a su modo. Y, sobre todo, odio que cuando más enfadado estás, cuando te notas la cabeza caliente y te tienes que hacer un moñito de bailarina para controlarte, tus padres te miren, se miren y digan :" si es que siempre no se puede tener razón, hija..." PUES SÍ SE PUEDE. Es más, garantizo que la tengo, pero lo que pasa es que como siempre seré la niñita pequeña y sin cabeza que no tiene en cuenta los detalles más inverosimiles (como la repercusión que puede tener sobre las hormigas rojas de Brasil la elección de una crema para el pelo o el que lleve una maleta con revistas para entretenerme...)
Y con mis amigos también pasa. A ver, que no es cabezonería que no quiera beber ni fumar. Y sí, a mis 23 tiernos añitos no he llegado a coger el puntito ni un simple lunar ...pero P-O-R-Q-U-E NO Q-U-I-E-R-O. Así de simple y claro. No soy más inocente por no beber ni menos madura. Es una decisión fruto de apetencias. Y a mí no me apetece porque se puede elegir.Nadie te obliga a beber o no. Y no por ello soy una conservadora ni una corta puntos ni nada. Aprended a tener más personalidad y haced las cosas porque queráis, no porque os las impongan unos borregos. Es que estoy tan harta de sentirme un bicho raro cuando hay alcohol de por medio que voy a tener que darle la razón a mis padres y admitir que, en el fondo, lo hago por pura cabezonería. Pero es que no se puede tener todo.

P.D: ya queda menos para que vuelvas, Lor!! Y también para que os vayáis, ALmendra y Tulp... :-(
P.D2: paso del palanganismo más ñoño a la ligera bordería...¿Bipolar yo?Eso son tonterías ;-)

Hoy he vuelto a tener uno de esos momentos raros. Tan raro que el pobre Freud no sería capaz de estudiarlo por complejo. He tenido ganas de irme. De desaparecer y poder empezar de nuevo. Y digo que ha sido raro porque he estado pensando que a mi alrededor hay cadenas que me impiden, sin quererlo, hacer lo que quiero. Y no sabéis lo mal que se siente una cuando piensa que parte de una frustración que desconocía que existía, tiene nombres y apellidos. ¿Cómo puedo culpar a los demás por lo que no soy capaz de hacer?¿Cómo puedo pretender que me animen cuando puede que les cueste dejarme crecer?
Una vez que los terribles exámenes han acabado y se supone que gozo de libertad, noto que más presa estoy y me angustia estar así porque me agria el carácter y solo consigo que me llamen neurótica.
Quiero coger un autobús y aparecer en lugar tranquilo (aunque ésto suene a película de los fines de semana de A3),perderme por algún pueblo,dormir en quién sabe dónde...y poder echar de menos.
Pero creo que soy tan cobarde que prefiero acomodarme y ver cómo deciden lo que tengo que hacer. O quizás, simplemente, mis sueños eran eso. Sueños.

We are strange in our worlds.
But we are young, we get by,
can't go mad, ain't got time,
sleep around, if we like,
but we're alright,







Muchas veces me imagino que mi vida es una película...Bueno, supongo que os pasará a muchos...pero es que yo me imagino hasta los planos y , si se apura, hasta el metraje. Y si hoy quisiera ser la nueva sustituta de Isabel Coixet (¿cómo se inventa los títulos de sus películas?¿Tendrá a un enano creativo metido dentro de su ordenador?)Y lo peor es que a veces confundo realidad con ficción. No sé si soy tan bipolar porque mi guionista tiene problemas hormonales o porque se divierte cambiando mi vida cada dos por tres. Ojalá tuviera el control de todo lo que me rodea y no estar en una posición tan vulnerable donde, a veces, solo soy una espectadora que no tiene derecho a hablar. Si fuera mi guión, tendría un altavoz hecho con cartones (de los que hacíamos de pequeños, con forma cónica y que servían como sombreros de princesas, como tiendas de campañas indias para las barbies o como escondite super secreto de algún tesoro)y con ello llamaría la atención a aquellos malos malísimos de película y casi todo sería en blanco y negro y los espectadores siempre tendrían sus gominolas o palomitas y podrían lanzarme pompas de jabón a modo de falsos fans...Y lo bueno es que siempre tendría cosas que decir.Podría ir de plató en ateneo o mesa redonda hablando solo de mi trabajo y no de mi no relación con cualquiera de los hijos de Naty...Y sería inspiración para algún joven talento que con su estilo boho todavía no hubiese dado su paso al panorama indie...
¿Veis lo que decía?Todavía no he escrito mi guión y ya me veo con mi estrella en el paseo de la fama al lado de Paul y Dean y recogiendo mi César...Dramas, para qué os quiero.

Hoy podría ser el primer domingo del resto de mi vida. El primer domingo de vacaciones. El primer domingo que debe marcarse en el calendario con color rojo y con círculos. Porque ya nada será igual. Será mi último verano como estudiante ...y también el último como el miembro más pequeño de familia. Por eso tiene que ser especial. Digno de recordar cuando sea una ancianita que no haya recurrido al botox y tenga unos cuantos charaditos correteando cerca ansiosos por escuchar viejas batallitas...El primero.

Verano para risas, para dejarse despeinar por el viento, para devorar libros.Para irme de acampada y amanecer en la playa (Tarifa, tu y yo tenemos una cita pero con menos viento, please), para salir y solo estar en casa para ducharme.

Verano para inventarse y reinventarse. Para disfrutar, montar en bici y llevar borsalino aun sabiendo que no llegaré con él más allá de la puerta de mi urbanización.

Verano para ser capaz de todo aquello que me da miedo.De estudiar por última vez con mis amigos no médicos y de acumular recuerdos para cuando hagamos cenas en nuestros futuros lofts o casas balinesas.

Verano para meter las manzanas ácidas en el congelador para que estén tan frías que acabe maldiciendo a mi hermano por dejarme hacer esas cosas. Para hacer sandwiches mientras ponemos en pause las películas que vemos juntos en el salón y que solo vemos en esta época.

Y sobre todo, verano para ser más Charada que nunca.
Disfrutad de vuestras vacaciones, mis niñ@s y sed muy felices