Hoy podría ser el primer domingo del resto de mi vida. El primer domingo de vacaciones. El primer domingo que debe marcarse en el calendario con color rojo y con círculos. Porque ya nada será igual. Será mi último verano como estudiante ...y también el último como el miembro más pequeño de familia. Por eso tiene que ser especial. Digno de recordar cuando sea una ancianita que no haya recurrido al botox y tenga unos cuantos charaditos correteando cerca ansiosos por escuchar viejas batallitas...El primero.

Verano para risas, para dejarse despeinar por el viento, para devorar libros.Para irme de acampada y amanecer en la playa (Tarifa, tu y yo tenemos una cita pero con menos viento, please), para salir y solo estar en casa para ducharme.

Verano para inventarse y reinventarse. Para disfrutar, montar en bici y llevar borsalino aun sabiendo que no llegaré con él más allá de la puerta de mi urbanización.

Verano para ser capaz de todo aquello que me da miedo.De estudiar por última vez con mis amigos no médicos y de acumular recuerdos para cuando hagamos cenas en nuestros futuros lofts o casas balinesas.

Verano para meter las manzanas ácidas en el congelador para que estén tan frías que acabe maldiciendo a mi hermano por dejarme hacer esas cosas. Para hacer sandwiches mientras ponemos en pause las películas que vemos juntos en el salón y que solo vemos en esta época.

Y sobre todo, verano para ser más Charada que nunca.
Disfrutad de vuestras vacaciones, mis niñ@s y sed muy felices