miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Os acordáis cuando os dije que volvería pronto, muy pronto por aquí?Pues hicisteis bien en no creerme, que ya sabéis que la constancia y yo somos amienemigas.
Hace mucho tiempo que no sabéis nada de esta pobre desastre, pero a grosso modo , y para que no os perdáis nada, el resumen sería el siguiente: Chica se va a Madrid-trabaja mucho y envejece pronto-los candidatos principables siguen saliendo ranas-aparece una nueva sobrina, Valentina-y una de mis amigas del alma se casa...Eh, un momento, ¿he dicho algo de una boda?
¡¡¡¡¡¡¡Siiiiiiiiiiiiii!!!!!! (lease como grito agudo y prolongado), hay otro triunfo del amor, y por la puerta grande. Nuestra Almendra, ese ser cantarín con alma de bellota , se casa. ¡Y a la primera,  sin probar otras ranas verdes y chillonas!

Como imaginaréis, dos días después sigo llorando, más bajito para que no me vean, pero llorando de la emoción.
Así que ese es el motivo de mi vuelta, ahorrarme un diván y muchas anotaciones de un extraño y conseguir que mi cabeza deje de echar humo con ideas que no van a ninguna parte, pero que tienen que salir para que todo se centre en dos cosas : preparativos de boda y conspiraciones varias, que  esto de vivir sola es muy aburrido si no hay planes para salvar el mundo y convertirlo en un mundo charado.
Y es que no sabéis la presión que supone que una amiga se case.Para empezar hay que empezar a pensar en regalos únicos y megavaliosos para hacerle a los novios y que puedan presumir ante su futura descendencia , diciendo que eso tan original se lo hizo Fulanito de tal y que por ser tan valioso pasará  de una generación a otra (hala, otra vez expectativas altas,,,). Luego hay que ponerse a ejercer de buena amiga que evite que en su despedida acabe con un pene en la cabeza y con fotos que harían que Aramis Fuster recién despertada fuera Miss Mundo a su lado. Por no hablar de eso que llevo evitando desde hace años (más o menos desde que tengo amigos en edad de "sentar la cabeza" como diría mi madre): tener que ir a una boda sola mientras todos los invitados van en pareja y se dirigen a bailar con la música lenta mientras se miran a los ojos , mientras una se queda cual Bridget cerca del buffet de chuches (que desde aquí te obligo a que esté, Pily) y jugando con los niños para evitar que las señoras mayores te presenten a sus hijos/nietos/vecinos/cabras solteros.
Pero tranquilos, que mi papel en la boda ya está asignado: seré la  amiga que estará llorando desde la semana de antes y que llegará tan deshidratada a la boda, que no podrá cantar para alegría de la novia (y de los allí presentes), pero que se recuperará y acabará subida con la orquesta dándolo todo. Que ya sabéis que soy de verbena y fiestas de pueblo =)
Y mientras tanto, a vivir el desenlace de este cuento, que seguro que estará lleno de mil y un desastres.

Buenas noches, mis niños.




P.D: sí, ya lo sé, me estáis imaginando haciendo esto en el baño. Como se nota que nos conocemos, malditos...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Charadira, te echábamos de menos!
Me alegro que vuelvas y más si es por buenas noticias.