Cupido, como te pille te corto las alas y te clavo las flechas entre las uñas una a una... Ya me lo has vuelto a hacer. Haces que me ilusione, que dé una oportunidad al cualquier principable que pase cerca y haces que vuelva loco a todo aquel que me rodea , siempre con tus tonterías y tus corazones y tus plumas...¡eres un mariquita creído y odioso! Y no, no pongas esa cara de querubín que hoy estoy enfadada, muy enfadada contigo, con el cosmos, con mi capacidad de retención y con el que inventó la nomenclatura en Oncología...

Y no te hagas el sueco tú tampoco...Sí tú, eres tú el causante de todo esto.De que mi ridículo patológico, de mis agobios para no acabar metiendo la pata, de mis delirios y de sentirme como una groupie más en un club de fans ridículo y lleno de furciorras como diría Almendra...

Y no es justo. No porque he sido buena,he cumplido la parte no establecida del contrato y nada...Así que no me queda otra que cerrar tu candidatura de principable y tirar la llave lo más lejos posible. Y no, no estoy haciendo drama, ni exagerando ni imitando las tragedias griegas. Lo que estoy es cansada. Cansada del maldito niño con pañales que dispara al tuntún y lleva una temporada sin acertar en alguien normal...

Y sigo con agua fría,sin cama, durmiendo en ese sofá que parece cómodo por las tardes pero que por las noches convierte sus plumas del relleno en armas punzantes...Y se acabó el dulce de leche y no puede pasarme eso, que es como si Popeye perdiera sus espinacas...