jueves, 21 de agosto de 2008

De t'avoir aimée, aimée comme un fou
Aimée a genoux, bien plus que debout
À n'en plus dormir, à n'en plus manger
Que me reste-t-il, de t'avoir aimée ?

De t'avoir aimée, de l'âme et des yeux
À en oublier, jusqu'au nom de Dieu
Pour ne plus avoir, qu'un nom à crie
rQue me reste-t-il, de t'avoir aimée ?

Reste que ma voix, sans écho soudain
Restent que mes doigts, qui n'agrippent rien
Reste que ma peau, qui cherche tes mains
Et surtout la peur, de t'aimer encore
Demain presque mort

De t'avoir aimée, aimée de douleur
À m'en déchirer le ventre et le cœur
Jusqu'à en mourir, jusqu'à m'en damner
Que me reste-t-il, de t'avoir aimée ?

Ne me reste plus
Qu'un amour que tu
Viens d'écarteler









Cuando nos acostamos y vemos cómo acaba nuestro día, nos damos cuenta que deseamos tener a alguien cerca, que necesitamos poder dar las buenas noches y desear felices sueños.
Pero siempre he pensado que aquellos que intentan guardar las distancias de seguridad y ponen barreras para fingir que los demás no les preocupan lo más mínimo son unos grandes actores (o pequeños pinochos a los que se les acabará desmoronando todo).
En nuestra vida elegimos casi todo lo que nos rodea, elegimos la comida, la ropa, lo que vemos y oímos...Elegimos a las personas que queremos que estén cerca y que formen parte de nuestro mundo y cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas, sin separarnos muchos aunque a veces les hagamos daño.
Pero es entonces cuando nos damos cuenta que la gente que se queda, la que permanece contigo cuando el día llega a su fin, es la que merece la pena conservar. Aunque a veces cerca, es demasiado cerca. Y acabes odiando no tener un respiro en tu pequeño espacio...aunque muchas veces sea esa invasión del espacio lo que necesitemos.

2 comentarios:

Almendra Puck dijo...

está bien tener a alguien siempre, un apoyo fijo, xo a veces no está mal alejarse un poco, eh!

Anónimo dijo...

hay veces que el no estar de forma física no significa no estar...