miércoles, 3 de marzo de 2010

Publican la lista Forbes y siento que, en una pequeñíiiiiiiiiiisima parte, he contribuido a que mi querido Amancio esté entre los diez hombres más ricos del mundo. Siempre me he imaginado que estos hombres, tan ricos y tan importantes, llenan sus piscinas con billetes como tío Gilito y que gastan todo su dinero en tener las paredes recubiertas de oro, criados recubiertos de oro y a su familia en el solarium recubierta de joyas porque saben que tanto dorado es de mal gusto. ¿Qué harán con tantísimo dinero?Dinero que no podrán gastar en toda su vida a no ser que aparezca otro Madoff. Dinero que puede( y digo puede porque, supuestamente, nuestros padres siempre nos han dicho que el dinero no da la felicidad...bonita estratagema para que no pidiéramos aumento de paga y quisiéramos compartir con los necesitados...Pero habéis fallado y ahora nuestro objetivo es estar como Mena Suvari, solo que en lugar de rosas, dólares)ayudar a mucha gente, hacer el bien y que se conviertan en mecenas de arte. Dice la lista que estos hombres se dedican a manejar su patrimonio y empresas sin olvidar los pequeños placeres de la vida. ¿En serio que hay alguien que afirme eso?¿Se puede decir en voz alta sin que te peguen, que eres riquísimo pero que sigues disfrutando de las cosas pequeñas de la vida?¿Desde su casa de tropecientas hectáreas y con medidas de seguridad que seguro que hacen que hasta ir al baño sea incómodo? Ay, Amancio del alma,te están poniendo algo en la bebida...Pero como estoy tan relajada, he decidido compartir contigo la forma de obtener pequeños placeres que ,seguro que puedes hacer sin exponerte a la burla colectiva. Para ello necesitas una cocina vacía,una manzana verde que habrás metido en el congelador un ratito para que esté fría y escuchar la música que te dé la gana y voilà!Ahí tienes tus 15 minutos de pequeño placer.


2 comentarios:

Almendra Puck dijo...

jajaja, me has recordado la casa q le hice a los sims con el dinero conseguido de malas maneras en la que no llegaban al báter sin mearse encima. Viva el tangou!

BudaDorado dijo...

a lo mejor sus pequeños placeres son:su pequeña isla privada en el pacifico, su pequeño jet privado...el dinero no da la felicidad, xo prefiero llorar en mi yate