La vida, o más bien las otras bloggeras, pueden enseñarnos a tener cuidado con todo lo que decimos. Frases inocentes y dichas con toda la dulzura del mundo pueden torturar al más bendito hasta desear ser una Belinda cualquiera. Y la culpa no la tengo yo(noooooooooo, eso nunca), es de un ser mucho más retorcido, mi madre. Desde que decidió dedicarse a eso de la procreación y al cuidado de los retoños, creo que no ha parado de decir eso de "Hay que comérselo todo, que hay niños que no tiene para comer". Siempre tiraba de nuestra vena más sensible para conseguir su objetivo.Porque ¿quién quería ser responsable del hambre de todo un país africano con 5 años?Demasiado peso para alguien que deseaba que los garbanzos desaparecieran con sus pellejos y sus castigos.A lo que iba, que como puedo alegar en mi defensa, esa frase está metida en mi subconsciente y dicha en ciertas situaciones puede dar lugar a las llamadas "Interpretaciones tulpianas" (si Freud estuviera vivo, habría encontrado a su alter ego femenino. Palabra de niña buena). Así que dejad ya de torturarme, sobre todo cierto Costalero enmascarado que solo se pasa por aquí para meterse(desde el cariño que le profesa a su predilecta)con esta cándida e inocente Charada. Y si no os conmueve todo esto,es que sois unas insensibles =).


P.D: sí, Buda, yo solita me meto en la boca del lobo, así que el vídeo te lo dedico todo para tí. Pero olvídate de seducirme, que sabes que eres muy rubia para ser mi tipo...