Hasta hace unos días no me había dado cuenta lo frío que es un hospital. Puede que sea por mi exagerada devoción por la medicina o porque me fascina el olor a medicamentos (si, lo reconozco, voy a las farmacias por gusto, soy así, nada de Chanel nº 5, a mi dadme antisépticos!!). Y si encima, añadimos que a mi no me pasan cosas normales, tenemos experiencias dignas de ser contadas.
Como tengo familia pachucha hay que estar en el hospital. Pero no es un hospital cerca de casa, sino en un pueblo de la campiña donde la gente pronuncia la hache (que suele ser mudita y no dar problemas)como jota por lo cual ya producen problemas de comunicación. Si además juntamos que la habitación compartida (vale, es obvio, no puedo ser tan elitista y pedir una individual pero no será por falta de ganas)tiene otra paciente cuya familia muy numerosa son bastante regulares en lo que a su momento All Bran se refiere (y una que es de naturaleza tímida ha tenido que aguantar para necesidades menores a que 8 personas se quedaran ligeros...y bien ligeros...)y encima han cometido un acto que no soy capaz de definir, algo que me ha dejado tan traumatizada que puede que no sea la misma: han puesto el disco entero de Conchita. Si, como estáis leyendo. El disco entero. ¿No tenía ya suficiente castigo con aguantar sus gases tóxicos y su peculiar dialecto?¿Era necesario someterme a una interminable hora llena de música con la que entran ganas de suicidarte y de romper cosas con tal que se calle??
Y no es que esta pobre chica me haya hecho naada (aparte de dedicarse a una cosa para la que no vale)pero es que ella me supera, noto como absorbe mi alegría vital y me quedo sin colores.

Asi que recordad una cosa: si escucháis a Conchita, usad auriculares o hacedlo en un monte perdido.

Y me tengo que ir porque...no sé ni cómo contarlo...mi casa está enfadada conmigo. Si, los celos han acabado con ella y está molesta porque no la he podido adornar con nada navideño y ella es super coqueta...Asi que para no enfadarla, he prometido hacer dibujos con macarrones y algodón para dejarla bien bonita y así poder cenar sin que se apaguen las luces ni nada similar.
Pero de todas formas, si veis que en varios días no doy señales de vida, venir a buscarme, que mi casa está...bueno, es...como yo. ;-)


Ah, que tengáis unos muy muy felices días de fiesta, llenos de pereza y dulces.