miércoles, 10 de diciembre de 2008

Seré tu luz, seré un disfraz, una farola que se encienda al pasar,
cualquier mariposa, la estrella polar que viene sola y que solita se va
seré el sabor de un beso en el mar,
un viejo proverbio sobre cómo olvidar,
Seré inmortal.

Seré ese lunar que adorne tu piel, una paloma cerca de donde estés
un golpe de suerte, el café de las tres, alguna mirada que te haga enloquecer
seré la voz que avise en el tren, un presentimiento de que todo irá bien,
Seré inmortal porque vivo en tu destino.





Hay señales que nos indican que somos diferentes a todos los que nos rodean. No digo raros sino distintos. Son pequeños detalles que a la vista de la gente pasan desapercibidos pero que nos hacen ver que no somos normales.
Uno de estos rasgos es mi relación con el chicle. Si alguna vez me veis con uno en la boca (hay gente muy rara que se lo ponen en el pelo para acabar en la pelu o gente que se lo ponen entre los dedos y juegan a estirarlo...lo que digo, guarradas para todos los gustos)y cerca de mi apuntes, sabed que seguramente no estaré estudiando porque mi concentración no existe cuando hay un chicle por medio.
Lo prometo, es totalmente en serio. Hay veces que un consumo excesivo puede producir visitas al aseo por su cantidad en fenilalanina..Pero es que creo que he encontrado otra contraindicación a la maldita goma de mascar.¡¡Y os habla una chica a la que le encantan los chicles de hierbabuena!!
Y es un problema muy serio porque ¿cómo se explica que no puedes hacer tantas cosas a la vez?¿Es problema mío o del efecto descongestionante que hacen que mi cerebro disuelva la relación entre mis ya de por si escasas neuronas?¿Hay más afectados por esto fenómeno o solo soy yo??

Y es que, queridos amigos, no tengo problemas para encontrar justificaciones a mis pocas ganas de estudio.Y menos ahora donde mi espíritu navideño me impide pensar en algo que no sea muérdago y renos (y no, buda, ¡¡no estoy pensando en empezar a besar animales!!)





Así que ya sabéis: si estudiáis no masquéis chicle.


P.D: no me creo que yo , ese pequeño ser que se pasó más tiempo durmiendo que estudiando, tenga un notable en Dermatología. Solo puedo decir que pobre el paciente que venga a mi con un problema en la piel...yo no lo haría ;-)

P.D2:¡¡ Ya mismo estás aqui, Lor!! Así que vete buscando un alemán para que sea mi nuevo candidato a principe, que este año los Erasmus no son suizos y una necesita una alegría entra tanta gente con parejas ;-)

2 comentarios:

Almendra Puck dijo...

A mí tb me pasa un poco lo del chicle, pero sólo los primeros momentos, mientras dura su sabor más intenso, xq no puedo parar de sacarle su juguito con esmero, jajjaja. Y tengo q confesar q después, cuando llega la parte insípida y dura o excesivamente blanda (eso ya si lo dejas demasiado tiempo... qué horror, sigo hablando de chicles, eh, jajajajajja)... bueno, da igual, xq lo q iba a poner ahora sí q va a quedar fatal... os dejo con la intriga

Anónimo dijo...

asi que por eso siempre tienes chicles???porque estas siempre distriada?????ahá, lo savia!