Puede que sea culpa de las películas de Antena 3 donde la turista (guapa, con éxito profesional pero fracasada emocional)va a la Toscana y encuentra al amor de su vida ( o lo redescubre, o aparece de golpe pero aparece al fin y al cabo), encuentra un lugar maravilloso donde vivir y tiene un final feliz donde solo hay perdices empachadas de tanto amor.

Puede que sea el poder de la sugestión o la pura realidad, pero merece la pena vivir la pasión italiana.

Resumir mi viaje va a ser tarea difícil, que ya sabéis que mi capacidad de síntesis brilla por su ausencia( es más, creo que la cambie por mi capacidad de inventarme el mundo) pero haré lo que pueda. Coged aire que voy:

Huelgas. Me han pillado todo tipo de huelgas de transportes (menos la de burros, pero es porque no acortaba por Mijas, que si no...): controladores aéreos franceses, autobuses y trenes italianos, trenes españoles...Pero tras 26 horas, llegué a mi destino con mucho sueño, un disgusto gracias a Fronti y con la caída del mito de la mortadela bolognesa.

Después descubrir que la vida es muy, muy injusta porque Yoli Fogg vive en un palazzo italiano (siempre ha habido clases: hay gente que tiene gotelé y ella tiene frescos en el techo de su hall...), lo que me llevó a replantearme qué narices estaba haciendo yo en un piso de 90 metros cuadrados y con cuarto compartido con Maritere... Y helados. Helados por un tubo. He probado tantos sabores que ya no sé cual es mi sabor favorito. Y museos. Tizziano, Tintoretto, Rubens, Da Vinci, Raffaelo y toda la trouppe de la escuela italiana han sido mis amigos ( y Maritere nerviosita perdida pensando que iba a ser incapaz de recordar todas sus enseñanzas de arte...pobre, no sabe que hay guías que me hacen de comodín del público).

¿Seguís leyendo o ya estáis buscando las palabras "regalos" o "fin"?Cabrit@s...

Y Oltrarno y su noche blanca o como escribirme en la mano cosas en italiano para conseguir ser la musa de una banda callejera. O conseguir que Yoli Fogg y su compi de piso me acompañaran en un karaoke donde hicimos una versión libre, muy libre de Bad Romance y Waka Waka (por petición popular, que ya sabéis que dentro de mí hay una gran tímida jijijijiji). Y sí, sigo siendo responsable y seria aunque hiciera sonar las alarmas del Palazzo Pitti...pero en mi defensa diré que yo no quería y que fue sin querer.

Y cuesta arriba y cuesta abajo. Y venga a aguantar estoicamente el embiste de los italianos ( la primera vez,sube la moral, la quinta cabrean...). Y colas, colas para todos. Y no parar de hablar en italiano e inglés inventado ("sleeping the monkey female" , acabar todo en" ini" como Yeyini...)

Ah, se me olvidaba: y pelotas gigantes de Pilates, lámparas de discoteca en la cocina o máquinas anticelulíticas de hace 15 años cuando las mujeres no tenían ni operación bikini ni nada de eso...Y piadinas y helados, porque había helados a tutti pleni, por si no os había dado envidia suficiente. Atardeceres con la vigilancia de los David de Miguel Ángel por todos lados. Y la vía Pepi. Y fotos, muchas fotos pero eso para cuando os tenga que torturar en vivo.

Y de mientras la vida allí sigue, yo vuelvo a un mundo real donde puede que sea todo más duro de lo que pensaba. Porque, Almendrita, no pude evitarlo y tuve que volver al drama incluso desde allí.

Pero el resultado final, no estuvo nada pero que nada mal.

Sed felices, mis niñ@s.

P.D: canción moña donde las haya, pero yo no tengo la culpa, que fue Yoli Fogg la que se empeñó en que me aprendiera la letra sabiendo de mi capacidad memorística...así que os pongo su cursi canción y la que yo he ido cantando toooooooooodo el viaje. Disfrutad , niñ@s...