...no sé quién soy. Soy como éste gato, somos un par de infelices sin nombre, no pertenecemos a nadie ni nadie nos pertenece, ni siquiera el uno al otro.
Somos un par de seres que no se pertenecen, un par de infelices sin nombre, porque soy como este gato, no pertenecemos a nadie. Nadie nos pertenece, ni siquiera el uno al otro.


Si sé que es injusto actuar así cuando hay gente que sufre de verdad o cuya vida no tiene ningun momento con risas como el que he tenido esta mañana con mi pandilla bloggera...Pero es que ni yo entiendo qué me está pasando, es como si de repente todo fuese raro, sin un destino pero con un sentimiento que abarca desde la melancolía a la mala leche pura y dura.
Y es que hacía mucho tiempo que no tenía miedo. Miedo a todo y a nada de lo que me rodea. Tengo miedo a que todo siga cambiando mientras yo me mantengo. Miedo a perder, a que se cansen de mí los pobres amigos que me están aguantando los momentos "lloro y me da igual que mi rimmel no sea waterproof y no, no tengo a mi amiga argentina".
¿ Es normal tener esta sensación al fracaso merodeando continuamente por la cabeza?Por no hablar de la impotencia que me provoca no poder controlar esa parte de mi cerebro tan blandito (esperaba más de vosotras, queridas neuronas mías, que os rendís a la primera de cambio y así no voy a poder enfrentarme ni al MIR ni a nada...)
Y no os ríais (y Buda, no quiero que hablemos de esto fuera de la narración de este desastre, que entonces me voy a poner colorada y voy a salir huyendo para evitarte y seguro que me caigo y ¡¡será culpa tuya!!)pero ¿dónde están las legiones de admiradores que encargué por Navidad?Que pido poco, con uno que no sea polinizador a mi me vale...Y ¿Cómo puedo sentir enfado/asco (que no celos, que te veo, Buda)por alguien que no conozco?
¿Me estaré volviendo una charada con trastonos mentales inclasificables?
Y creo que una de las causas es que todas las revistas de este mes hablan del amor y de la importancia de la pareja y de la seguridad en una misma para acercarte solo las buenas energías...Y una caca de la vaca, que yo he tenido días con tanto amor que he estado a punto del coma diabético.


P.D: prometo no volver a ver Desayuno con Diamantes cuando no tenga ganas de estudiar, que ya se ve el daño que me hace.
P.D2: Lor, no te imaginas cuánto te echo de menos. Echo de menos ver tu cara riéndose conmigo y comer chuches mientras estudiamos. Solo espero que te lo estés pasando genial y que todo te salga bien.

P.D3: odio la dermatología, los chistes cochinos que no entiendo y escribir este tipo de entradas tan íntimas pero estamos en crisis y hay que pensar en futuros trabajos bien remunerados, en el humor y en que este método es más barato que un psicoanalista que me puede reconocer e ingresar en el pasillo maldito.


Buen viernes, mis niñ@s