Hay cosas que no se pueden controlar por mucho que creas tener poderes mágicos. Hay veces que no se cumplen los planes, por muy organizados que estén.

Puede que parezca raro, pero hay veces que el amor se va. Se apaga y se despide a la francesa. Otras versiones más light dicen que se transforma en cariño o, incluso, en odio.

Y este, precisamente este tipo, es el más odioso porque acaba provocando bajas. Es como un juego de guerra pero con víctimas de carne y hueso (y en algunos casos, con grasa, mucha grasa, que el desamor da por comer).

¿Qué como evitar este sufrimiento?Muy fácil, huyendo del amor no correspondido. Y creedme, son los peores, las historias nunca contadas. Y cuando lo son, levantan ese sentimiento de compasión donde te dan palmaditas en la cabeza y te intentan consolar diciendo "Ya llegará, tranquil@, no era el momento..."Y entonces es cuando sale el orgullo. Sí, esa sensación de rabia mezclada con ira y con ganas de destrucción, cuando juras y perjuras que ha sido una tontería y que ya está todo superado...Ay, no te lo crees ni tú.

Os lo dije, las peores historias de amor son las unilaterales. Son las de los fans, los soñadores , las de los minusválidos mentales pero que no tienen derecho ni siquiera al reconocimiento de su tara. Y sí, es una historia basada en hechos reales porque ya que tenía que volver, había que hacerlo por la puerta grande, demostrando lo patética que es mi existencia. Pero sin traumas, que es un drama que se asume con cariño.

Y sí, ya se ha superado, porque oficialmente he roto el post it liberador...Bueno, os faltan detalles para saber qué es semejante papelito, pero hacedme caso cuando os digo que ha sido un gran paso.

Sed felices, mis niñ@s

P.D: ¡¡cuánto os echo de menos!!

P.D2: ¡qué bien sienta escuchar esta canción como base para maldecir a mucha, mucha gente!