"Lo mejor de lo peor es que lo peor de mi es tan negro y absurdo, que me mata la vergüenza el saber que sigue ahí".


Cuando se juntan un grupo de amigos y muchas ganas de hacer el tonto, aflora nuestra verdadera personalidad. Y la mayor de las sorpresa se produce cuando descubrimos que, realmente, nadie sabe como somos. Mi madre dice que nunca podemos escapar de nuestra personalidad y que, aunque la escondamos, Dios lo sabe.
Y hoy me pidieron que me describiera y que fuera breve, muy breve, así que ahí va parte de mi pequeño C.V (cualidades vitales):




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Vale, no sé por dónde empezar. Siempre he pensado que el definirte como tu te ves supone , a parte de dejar salir a nuestra pequeña miss interior, un acto de...¿soberbia?...bueno, dejemoslo en poco modesto el hecho de describirte llena de cualidades...O peor todavía si solo te ves lo defectos, lo que provocaría que al acabar de escribir te fueras directo al armario (donde todas las madres del mundo mundial guardan las pastillas que recetan con la sabiduría que la maternidad otorga)y te fueras a la cama para acabar con el sufrimiento encontrado a lo diva del Hollywood de los años 20...
Para empezar, puedo decir que la seguridad no es uno de mis puntos fuertes. Bueno, rectifico, sé lo que no quiero pero de lo que quiero, no tengo ni idea.
Creo que nadie es bueno ni malo al 100% y que , hasta que me demuestren lo contrario con momentos típicos de "alguien de ayer", todos merecen una segunda oportunidad.
En mi universo paralelo, todos los caminos llevan a París y tengo los ojos violetas como Liz Taylor (que en mi casa, todos los tienen verdes o de un marrón que traspasa y que te hace quedarte mirando fijamente para verlos y yo quería ser original y , para seguirme la corriente, ya hasta se creen que son así.Pobres...)
Prefiero parecer tonta que abrir mi boca y demostrarlo (para eso, que abran el blog y ya lo descubren ellos solitos!)
En casa dicen que soy la defensora de las causas perdidas y que padezco de incontinencia verbal...y no sé si lo dicen como halago o no, pero prefiero no indagar...Por no hablar de mi capacidad para llorar,que es infinita y merecería una entrada con referencias de la revista Science porque no me deshidrato si estoy 24 horas con la lágrima cayendo.
Soy terca como una mula,odio no tener la razón pero, todavía peor es cuando los demás saben que no la tengo. Eso me mata. Soy más de salado que de dulce y veo películas que provocan que no me vuelvan a dejar elegir cuando quedemos...Pienso que debería haber nacido bajo la música de los 50´s o 60´s y estoy feliz cuando estoy cerca de los Charaditos.
Ah,¿os he hablado ya de mi innato talento musical?Pues sí, soy uno de esos pequeños seres que nació con un oído perpendicular al otro, lo que hace que tenga mis propias versiones de las canciones. Una joya de la música.


Y el tema de los defectos grandes lo dejo para otro día, que el que lo tiene que sabe, ya lo sabe.

P.D: Bienvenido, señor otoño.