lunes, 18 de agosto de 2014


Mediados de agosto en la capital.  Tarde llena de nubarrones que solo sirven para aumentar la sensación bochornosa y las ganas de querer estar en cualquier sitio que no sea este.

¿Y qué ha pasado este verano? Tantas cosas que si lo pienso da vértigo, pero ahí va el resumen a modo charado:
- se casa una de tus amigas del alma en una fiesta/boda pseudo gitana de 3 días de celebración y que ha servido para el reencuentro de sanadoras, para pensar que el tema de organizaciòn de bodas podría ser nuestra nueva salida profesional y para pensar a quien podemos engañar para que sea la siguiente.
-descubres lo bien que se está haciendo planes improvisados con el otro núcleo importante de la vida y al que tienes abandonado y te vas de viaje a Barcelona como excusa para ir a un parque de atracciones y acabar llena de hematomas difíciles de justificar ante los ojos de cualquier persona.
- aparece Mr C y su capacidad para hacerme escupir corazones
- te vas de vacaciones con tu familia y acabas enamorada/agotada de tus sobrinas las Tinas...eh, un momento, ¿Mr C? Y salió el bombazo informativo a las 20 horas.

Para no perder las viejas costumbres, y todos sabemos que no soy una persona innovadora, ha vuelto a aparecer el drama en mi vida , y esta vez en forma de Mr C. Se acabaron las historias pasadas y ahora me dedico a jugar al ratón y al gato con alguien que, a priori, parece perfecto pese a que ya haya metido la pata un par de veces.
¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de mí? Pues son cosas que ni sé contestar ni creo que haya pasado, porque la fase en la que está esta "relación" sería más bien: Charada escupe corazones mientras Mr C da una de cal y otra de arena que solo sirve para volverme más chalada y volver a atormentar a Buda con psicoanálisis de la situación.
Así que mientras soy incapaz de aguantar la mirada y me excuso ante nuestro amigo en común (y responsable de ver las maravillas de Mr C) diciendo que no, que " solo me parece un chico majo", por dentro soy incapaz de seguir las sabias indicaciones sacadas de cualquier blog de revista femenina (" Eh, tú, chica imponente, hazte la interesante y que sea el chico el que te busque") y busco excusas que me acerquen a Mr C, como si algo me dijera que merece la pena intentarlo, que no importa que fomente el ego de Mr C y que piensen que se llena su gallinero de gallinas, solo que merece la pena.

Os mantendré informados, que hay drama charado para rato.

Sed felices, mis niños.

3 comentarios:

BudaDorado dijo...

¿Mr. C. viene de Mr. Cabrón?
Lo siento, era muy fácil...da más detalles para que el lector pueda opinar, no la versión edulcorada de días pasados!

Charada dijo...

jajajjaja, sabía que me la jugaba con el nombre =)

Anónimo dijo...

Da gusto volver a aqui a leerte!